Como tratar a un paciente Moroso

Los Fisioterapeutas en general somos unos profesionales felices. Nos gusta nuestro trabajo y aunque nos cansamos bastante, al final siempre terminamos la sesión con una sonrisa y un «muchas gracias» que sabemos perfectamente que sale del corazón de nuestro paciente. Existen dos tipos de Fisioterapeutas:

Aquellos que tienen Jefe; un colectivo generalmente mal pagado y por eso algo frustrado, pero bueno, al final del día vuelven a su casa tranquilos por haber hecho bien su trabajo y como mucho, la mañana siguiente se preguntarán aquello de ¿Cuando llegará el momento de ser mi propio Jefe?

Luego están los Jefes; un colectivo generalmente más estresado que el anterior, pero (porque negarlo) más satisfechos porque todo lo que trabajan vuelca en su propio crecimiento profesional. En este mundo feliz, solo hay dos momentos que ponen a los Jefes de mala leche. El primero es aquello cuando un paciente no se presenta a su sesión 😡 ; El segundo es cuando un paciente decide no pagar por su tratamiento recibido 👿 El odiado paciente Moroso

Hoy quería compartir contigo como tratamos al Moroso en Fisiohogar y también me gustaría saber cual es tu forma de actuar con este tipo de paciente.

Cobrarás siempre un Bono antes de venderlo: Fue el primero de los 6 Mandamientos sobre como utilizar los Bonos. En general no nos fiamos. Si el paciente no tiene dinero para comprar el Bono entero, tiene que pagar el importe entero de la sesión que acaba de recibir.
La Segunda Oportunidad: Si creemos que el paciente se merece nuestra confianza y nos vamos sin cobrar, esperamos en la segunda oportunidad. Pero aquí si. Cobramos antes de dar el tratamiento. Si vuelve a dar guerra para pagar, se queda sin tratamiento, nos marchamos (amablemente) de su casa y hasta que abone lo que debe no le volvemos a ver. Recomendamos muchísimo llevar un TPV portátil para facilitar el proceso del pago. Si el paciente viene con excusas, es que realmente el paciente no nos quiere pagar.
Primer aviso: De momento, seguiremos con una buena relación con el paciente moroso; es posible que te haya tocado un paciente despistado y simplemente hay que enviarle la factura pero aseguramos que la recibe. Mejor por correo ordinario que por correo electrónico y mejor si es Certificada.
Segundo aviso: Pasados 2 o 3 semanas (cada uno con su límite aceptable), nos ponemos serios. Cada uno que lo ponga como más le apetezca, pero el mensaje de «Señor, Señora, tienes que pagar y te damos como mucho una semana más.» tiene que ser el mensaje muy claro que recibe el paciente moroso. La forma también es importante y por supuesto recomiendo una carta con todos los colores corporativos posibles que el paciente recibe en su casa.
Llegados a este punto tenemos, el paciente tiene un problema. Hay que saber donde tenemos nuestros límites, y realmente como Fisioterapeutas, el número 4 sería nuestro límite. A partir de ahora externalizamos el servicio y dejamos el asunto en manos de expertos: Un buen bufete de Abogados expertos en gestión de cobros.

No quiero entrar en los procedimientos que utilizan los abogados especialistas en cobros para conseguir su misión, pero realmente a nosotros nos importan poco. Lo que realmente importa ni siquiera es aquello de recibir la transferencia de la deuda; la satisfacción en el fondo es que el puñetero cara dura se ve obligado hacer lo que debió hacer el primer día : Pagar por un servicio profesional recibido. Olvidarse de los impagos o no hacer caso de los Morosos por pereza o porque en el fondo no quieres problemas es la solución del gestor débil. Hay que cobrar, aunque sea por principios. Con los Morosos, mano dura para el Moroso, y nosotros en los buenos manos de un buen abogado.

En el momento de elegir, evidentemente hay que tener cuidado no empeorar la situación. Hay muchas soluciones en el mercado y por normal general, no recomendamos contratar estos servicios si suponen un gasto adicional. Siempre es mejor elegir la opción de pago con un % de la deuda solucionada.