Lo que vais a leer a continuación os demostrará que conseguir riqueza y fama no es tan complicado, aunque si es cierto que no está al alcance de cualquiera, es decir, que este artículo, aunque está abierto a la lectura de quien así lo desee y aporta consejos que espero que resulten valiosos, no pretende obrar milagros. Sólo unas pocas personas entre las que lo lean tendrán a su alcance la fortuna, conquistando además el cariño de quienes vean sus vídeos. ¿Te animas a saber si tú puedes ser uno de ellos? Sigue leyendo porque vas a descubrirlo en solo unos minutos.
¿Por qué ellos y no yo?
Al ver vídeos de quienes triunfan en YouTube tal vez os preguntéis qué hace posible que esas personas tengan decenas, o cientos de miles de visitas, cuando no sean millones, si la realidad es que “no hacen nada extraordinario”.
Efectivamente, muchos de esos youtubers más famosos no hacen nada que tú mismo, por lo menos en tu imaginación, no puedas hacer. Algunos simplemente se dedican a jugar con su ordenador, otros preparan en casa alguna comida mientras ofrecen consejos o cuentan chistes, otros ni siquiera se manchan las manos y lo único que hacen es probar diferentes comidas mientras graban con su cámara, otros nos hablan sobre sus gustos artísticos, los hay que nos enseñan cuál es su vida diaria… Es lógico que ante esos vídeos que no parecen tener nada de especial te preguntes por qué ellos y no yo.
En nuestra imaginación todos alcanzamos lo extraordinario con enorme facilidad, sin embargo, cuando ponemos los pies en el suelo, nos damos cuenta de que lo que aparentemente era muy sencillo, puede resultarnos imposible.
Si replicar esos canales de YouTube que han triunfado estuviese al alcance de cualquier persona, ¿no os parece que cada día aparecerían cientos, o miles, en busca de la generosa gratificación económica que puede estar asociado a ellos? Pero no sucede así. Multitud de canales sí que aparecen a diario, pero ahí se quedan, ocultos porque no son capaces de llamar la atención de casi nadie.
Mi intención, como ya he mencionado, no es hacer posible los milagros, sino desvelar algunos “secretos” que puedan ayudar a quienes, de verdad, y no sólo en su imaginación, quieran poner en marcha un canal exitoso de YouTube.
La técnica solo te convertirá en técnico.
Los artículos habituales sobre cómo tener éxito en YouTube se suelen centrar en dos tipos de recomendaciones.
- Optimización de los vídeos y de tu canal, además de mencionar otras técnicas de promoción.
- Cómo hacer buenos vídeos desde un punto de vista técnico.
Los consejos asociados a estos dos apartados los podéis encontrar en cientos de blogs y vídeos, y se siguen repitiendo durante años sin demasiadas aportaciones nuevas, aunque se presenten como si fuesen novedades y como si sus autores nos estuviesen haciendo un gran favor al descubrirnos los misterios insondables de YouTube.
Por lo general, nos explican qué tipo de cámara deberíamos de utilizar, o nos mencionan cómo deben de ser los títulos de los videos y no se olvidan de insistir para que los vídeos siempre terminen con una retahíla propia de pedigüeños, solicitando que se suscriban nuestros usuarios y pulsen en Me gusta. Todo esto es perfecto, o casi, porque lo que están haciendo es contarnos una historia que se aprende con la visualización de unos cuantos vídeos.
Son buenos consejos, eso sin duda, que aplican tanto quienes triunfan como quienes fracasan.
Curioso, ¿verdad?
La conclusión que saco de esto es que esos consejos pueden ayudarnos a que no cometamos errores básicos que conduzcan nuestro canal por el camino equivocado, o que nos permitan mejorar los resultados con una elección adecuada de temas y expresiones, pero la clave del éxito no está, de ninguna manera, en la técnica salvo que esa sea la temática principal de nuestros vídeos.
Esos consejos, bien aplicados, pueden ser de gran utilidad para quienes ya están triunfando con sus vídeos, pues en lugar de obtener 5 millones de visualizaciones, tal vez puedan alcanzar los 9 millones. Pero de ninguna manera van a lograr que alguien que se ha estancado en las 500 visualizaciones de cada vídeo, de repente, consiga millones seguidores activos.
Lo que hay que entender es que, lo que hace posible la creación de los vídeos, o lo que favorece que puedan llegar a más personas, no es lo que va a garantizar su éxito. Aunque también hay que reconocer que si nos empeñamos en hacerlo mal en las cuestiones técnicas estaremos restando visitas a nuestro canal.
Una demostración de que la técnica tiene una importancia “menor” son los vídeos de los autodenominados gurús, o quienes se dedican al seo orientado a YouTube.
No voy a mencionar a nadie en concreto, pero tal vez alguna vez habréis visto a quienes publican vídeos como si fuesen los machos alfa entre los seo, o quienes en cada nuevo vídeo parece que se van a comer el mundo, o quienes muy lúcidamente nos explican cómo triunfar, y sin embargo sus vídeos alcanzan a duras penas, 1000 visualizaciones. Algunos, con suerte, tendrán varios vídeos mucho más vistos que demuestran que acertar con los títulos es fundamental, pero al mismo tiempo están dejando claro que ponerse en manos de ellos, y sus consejos, es menos interesante de lo que nos quieren hacer creer.
De los gurús con canales que tienen más visitas no vayáis a pensar que ofrecen mejores consejos, simplemente son los más trabajadores y constantes dando a conocer obviedades. Si además cuentan sus historias con un tono amable de autosuperación, ya tienen la mayoría de boletos comprados para que les toque la pedrea de todas esas decenas de miles de personas que quieren saber cómo triunfar en YouTube.
Preguntémonos, ¿qué mueve a alguien a pulsar en el botón Suscribirse de un canal de YouTube? ¿Tal vez le han encantado los bien optimizados títulos? ¿Se ha quedado prendado por la luminosidad de las escenas nocturnas rodadas sin luz artificial? La respuesta en ambos casos es un rotundo no, aunque nadie va a negar que ciertas técnicas ayudan a captar visitas y a mejorar la calidad de los vídeos, sin embargo, la decisión de suscribirse se toma al margen de esas cuestiones técnicas. Así que vamos a buscar otros motivos que logren explicar el éxito de algunos youtubers.
Algunos de ellos descuidan sus títulos, no aciertan del todo con los contenidos y utilizan cámaras que tú mismo vas a poder comprar. Así que, sin duda, algún secreto tendrán que contarnos.
Luisito Comunica, The Food Ranger y Antonio García Villarán
Luisito Comunica:
https://www.youtube.com/channel/UCECJDeK0MNapZbpaOzxrUPA
https://www.facebook.com/LuisitoComunica/
The Food Ranger:
https://www.youtube.com/channel/UCiAq_SU0ED1C6vWFMnw8Ekg
https://www.facebook.com/thefoodranger/
Antonio García Villarán:
https://www.youtube.com/channel/UCDupeqPlIEnjmtPmUEvgvLg
https://www.facebook.com/antoniogarciavillaran/
He seleccionado a tres youtubers que no tienen casi nada en común porque quiero que veáis que, a pesar de sus diferencias, coinciden en varios puntos básicos que les ayudan a tener éxito.
Luisito Comunica tiene más de 12 millones de suscriptores.
The Food Ranger tiene más de 1,3 millones de suscriptores.
Antonio García Villarán tiene más de 100.000 suscriptores.
Considero que los tres son youtubers de quienes se puede aprender, sin que importe demasiado la cantidad de suscriptores de cada canal, porque están siendo capaces de destacar en sus respectivos sectores, tienen seguidores que se muestran muy activos y están creciendo de manera sostenida.
Desde luego no tienen nada que ver con esos youtubers que se dedican a comprar suscriptores y luego se cuelgan la medalla de influencers para ir a comer gratis a restaurantes, o recibir productos (cuanto más caros, mejor) sin intención de devolverlos.
Con estos tres ejemplos sólo se cubre una muy pequeña franja de tipos de canales de Youtube. Lo hago así para mantener en unas dimensiones manejables este artículo.
¿Qué tienen en común estos youtubers?
- En sus vídeos son ellos quienes se dirigen a cámara para contarnos sus experiencias y opiniones.
- Los vídeos son relativamente modestos en cuanto a los medios utilizados, pero esto no impide que puedan cosechar resultados extraordinarios en número de visualizaciones.
- Cada nuevo vídeo es independiente de los demás, o por lo menos la gran mayoría se realiza sin intención de que exista una historia común a la que darle continuidad a lo largo de las semanas, salvo la que pueda imponerse como temática principal del canal.
- El youtuber es el gran protagonista. Todo lo que nos muestra tiene algún interés porque es lo que a él le gusta, desea o le desagrada.
- Son canales caseros y hasta familiares. Participan las novias o parejas, los amigos… y esto se hace en parte por comodidad y economía, pero también para generar cierta empatía en el grupo de suscriptores.
- Los vídeos van dirigidos a un público adolescente o juvenil, sin descartar tampoco a personas de mayor edad.
- No se suele profundizar en ningún tema más allá de algunas pinceladas que pueden sacar a la luz detalles curiosos. Esto se hace así porque se busca sorprender con fragmentos breves de información, quedándose siempre con la anécdota llamativa, y no entrando de una manera vertical para profundizar en lo que sólo puede tener interés para expertos en esa materia.
- Son vídeos planteados para entretener, tanto por la información que se proporciona como por la manera de crearlos. Aunque se puede buscar la reflexión, la propuesta principal de cada vídeo es pasar un rato agradable.
Las anteriores son características en las que pueden coincidir más o menos estos tres canales, pero sin duda quedan mejor identificados con ellas que otros canales como Just For Laughs o Invisible People que demuestran que hay muchas formas diferentes de crear vídeos.
Veamos ahora qué es lo que hace grandes a estos tres youtubers.
Claves del éxito
💡 Expresividad reforzada
Si revisáis los tres canales mencionados encontraréis que en todos ellos sus youtubers han tenido una evolución similar en el incremento de la expresividad.
Trevor James (The Food Ranger) es quien de manera más notable ha reforzado sus gestos y expresiones, unidas sobre todo a las emociones que en él despiertan cada nueva comida.
En sus primeros vídeos no encontraréis reacciones que en los últimos llaman la atención de quienes están a su alrededor, o incluso a cierta distancia.
Look at that!
Check it out.
Mmmmmm mmmmmm.
Ohhhhhhhhhhhh!.
It’s really nice.
Wow.
Son expresiones que llegan a sorprender, de manera agradable, a quienes, junto a él, están también comiendo en algún local.
No menos expresivo es Luisito Comunica, que ha convertido ciertas palabras en una marca de su canal, por ejemplo, para referirse a los momentos que él califica como épicos, o lo que él considera chido.
Su gesticulación y los montajes que unen breves fragmentos, mientras él cambia de lugar para completar frases, aceleran el ritmo de sus vídeos que reclaman de sus seguidores atención constante.
Sus vídeos requieren de Luisito Comunica un esfuerzo de sobreactuación, pero al igual que sucedía en el cine mudo, sus actuaciones no se resienten, ni están sobrando, sino que, al contrario, sirven para acentuar los mensajes destacados.
Antonio García Villarán es el artista de este grupo y, como era de esperar, busca una mayor originalidad en sus expresiones. Como diría Luisito Comunica, los inicios de sus vídeos son de una “epicidad” pocas veces vista. Sus movimientos acelerados o los que de manera más reposada va repartiendo a lo largo de los vídeos, nos demuestran que para este youtuber la comunicación es una experiencia completa en la que hay que unir gestos y palabras. También utiliza algunas otras técnicas, como la reducción al blanco y negro para los instantes de reflexión interna, o los saltos «fuera del vídeo» para insertar algún mensaje. No es nada nuevo, pero él lo hace bien y utiliza esos recursos con sentido.
Viendo a estos tres youtubers podríamos preguntarnos si ess necesario, para tener vídeos exitosos, que se sobreactúe en ellos. No necesariamente, pero la apatía y la falta de expresividad sí que pueden jugar en nuestra contra.
Aquí podría insertar algunos ejemplos de lo que nunca se debe de hacer en los vídeos, pero me disculparéis porque no tengo por costumbre criticar a nadie por sus defectos. A vosotros os resultará fácil encontrar vídeos creados con apatía, poco entusiasmo, falta de confianza, timidez…
Quienes se conectan para ver vídeos que pueden tener una duración de diez, o quince, minutos buscan entretenimiento y para que se cumplan sus expectativas los youtubers son, en cierto modo, bufones que están ahí para divertir. Eso no quiere decir que el contenido de sus vídeos sea en todo momento superficial, pero irremediablemente las formas suelen condicionar el contenido.
💡 La alegría de vivir y de saber comunicarlo
Vuelven a coincidir en este asunto los tres youtubers pues, cada cual a su manera, lo que nos están diciendo es que se puede disfrutar de la vida. Ellos lo hacen y nos lo muestran en sus vídeos.
¿Quién no querría llegar al éxtasis como Trevor James cada vez que prueba un nuevo plato que le resulta delicioso? Incluso antes de probarlo ya está flotando, pues esa ilusión desmedida con la que se acerca a un nuevo mercado, o a un restaurante, resulta más que suficiente para que sus vídeos nos atraigan.
Lo mismo sucede con Luisito Comunica y su optimismo. Para él todo parece ir bien, incluso cuando las cosas van mal.
Antonio García Villarán es quien parece canalizar mejor su potencial para expresarse demostrando que se puede encontrar, por lo menos, la dicha si no la felicidad. Expresarse es una de las bases de la alegría de vivir, pues lo que nos alegra es ver que tenemos un lugar en el mundo y que se nos reconoce por lo que podemos ofrecer. No hay mayor dicha, o felicidad, que la creación.
💡 Confianza en sí mismo
No hay nada peor que esos vídeos de quienes tan sólo intentan imitar a otros youtubers, y lo hacen sin creer en lo que hacen y sin confianza en ellos mismos.
Hay infinidad de esos vídeos.
Salvo que estés muy desorientado, no te vas a suscribir a ninguno de esos canales.
La confianza en sí mismo tal vez pueda estar relacionada con cierta desvergüenza, que está presente en los tres youtubers mencionados, pero sobre todo tiene que ver con hacer lo que a uno mismo le gusta intentando expresarse con la mayor libertad posible y sintiéndose bien con lo que estás haciendo.
Considero que este punto es una de las claves más importantes del éxito. Cuestión aparte es que tu canal trate un tema que pueda atraer a más o menos personas, pues el número de suscriptores dependerá en buena medida de la popularidad de los temas que trates, es decir, que el éxito que tiene Luisito Comunica no podemos compararlo con el que tiene Antonio García Villarán quien se mueve en un círculo inevitablemente más reducido de posibles seguidores.
A Luisito Comunica no le incomoda ir hablando a pleno pulmón por las calles de las ciudades que visita.
Trevor James lanza gemidos de satisfacción en cualquier restaurante cuando prueba un plato que le gusta.
Antonio García Villarán graba casi siempre en interior frente a la cámara y no parece tener ningún problema de timidez.
Los tres se muestran confiados en sus posibilidades y se expresan intentando tener terreno libre para la originalidad.
💡 Saber reinventarse
Si revisáis los primeros vídeos de Luisito Comunica os daréis cuenta de que tenían poco que ver con los que hace en los últimos años. Necesitaba inventar el personaje que utiliza ahora, que fue el que le ayudó a triunfar de manera incuestionable, pues no olvidéis que es de los pocos youtubers con más de 10 millones de seguidores.
Su recorrido hasta llegar al personaje actual de Luisito Comunica ha sido un trabajo de más de cinco años.
Trevor James comenzó hablando en chino (según parece bastante bien) pensando que su público estaría sólo en ese país. En sus últimos vídeos rodados en México chapurrea español.
Si comparáis el vídeo que aparece a continuación con los últimos que está grabando os daréis cuenta de que el principal cambio no ha sido físico sino de planteamiento en su actuación.
Insisto en que los tres youtubers han inventado un personaje, que ha evolucionado a lo largo de los años adaptándose a lo que consideraron que podía ser mejor para los vídeos.
Antonio García Villarán comenzó utilizando YouTube como medio para promocionar lo que hacía fuera de Internet, hasta que también se dio cuenta de que YouTube podía tener interés en si mismo y comenzó a crear vídeos pensados para sus seguidores.
Él es un artista polifacético que ha utilizado YouTube para dar a conocer sus trabajos. En la actualidad está más centrado en su actividad como youtuber.
💡 Haciéndolo fácil
Fácil en apariencia, porque los vídeos de los tres youtubers tienen detrás muchas horas de trabajo.
Esto es lo que suele desalentar a un gran número de personas que se inician en la puesta en marcha de un canal de YouTube. En apariencia todo consiste en apretar un botón y ponerse a grabar, pero cuando descubres que no es así, y que tanto el tiempo que necesitas para su preparación, como para su grabación, como para el montaje, excede lo que estás dispuesto a dedicarle, terminas por cerrar el canal.
En cualquier caso, haciéndolo fácil se refiere sobre todo al resultado del montaje.
Un vídeo que fluya sin momentos de espera y que sepa atraer la atención creando expectación, o insertando, bien repartidos, instantes destacados, contribuirá a fidelizar a los suscriptores.
No olvides que tan importante como tener un gran número de suscriptores es que se despierte en ellos el interés para que vuelvan a ver más vídeos.
¿Todo lo hacen bien estos tres youtubers?
Es una buena pregunta porque hay que aprender de lo que hacen bien, pero no de sus errores, y efectivamente, los tres cometen errores o corren riesgos evitables e innecesarios.
A mi parecer, quien realizar un mejor trabajo es Trevor James.
Si nunca habéis visto vídeos sobre comida callejera os animo a que reviséis los numerosos canales que hay en YouTube.
Trevor lo hace muy bien, a diferencia de otros youtubers de ese sector, porque en sus vídeos sabe condensar sin dar un segundo de descanso. Él va a lo que importa, y no tiene ningún problema en eliminar minutos en vídeos que le han podido suponer viajes y muchas horas de trabajo. Ese sacrificio no saben hacerlo todos los youtubers.
En el caso de otros creadores, en sus vídeos sobran minutos por todos lados. Pueden parecer esperas de muy corta duración pero en un vídeo de pocos minutos se hacen eternas. Todo ese tiempo en el que no sucede nada, con transiciones esperando que sirvan la comida, o mientras caminan en una nueva ciudad y cuentan lo primero que se les ocurre, o enseñan lo que es ajeno a lo que debería de ser el contenido de los vídeos, contribuye a un mal resultado.
El riesgo de Trevor es que todo lo basa en lo llamativo de la novedad, es decir, en el nuevo restaurante, el nuevo país, la nueva comida, y en sus expresiones. Visto un vídeo, no es que los hayas visto todos, eso sería muy injusto con su buen trabajo, pero sería muy beneficioso que introdujese contenido de más profundidad que seguro que no le resultará difícil de desarrollar.
Él tiene gran facilidad para ganarse la simpatía de la gente y sabe realizar montajes con el suficiente dinamismo, así que seguro que convertiría en atractivos los vídeos que fuesen algo más completos y profundos.
Luisito Comunica es quien, tal vez, comete más errores incomprensibles pues estamos considerando al youtuber con más visualizaciones por vídeo y más suscriptores, y que prácticamente seguro, factura cientos de miles de dólares.
O tiene malos consejeros, o tiene malos consejeros.
Él comete uno de los mayores errores, que además queda en evidencia en sus propios vídeos. No ha sabido separar la actuación (insisto en que no podéis olvidar que los tres youtubers se han inventado sus personajes y en sus vídeos actúan) de su vida “real”, probablemente lo hizo así al querer explotar la cercanía que se consigue con ese entreverado de reallity y reportaje. Como consecuencia de este error se ha visto obligado a grabar vídeos donde lo vemos intentando explicarle a sus seguidores que es muy molesto que le aborden por la calle, o que incluso vayan a su casa quienes son completos desconocidos. Por mucho que intente decir que no le molesta la fama, queda en evidencia que ciertos asuntos le resultan muy desagradables, y eso, como él mismo diría, no es chido. Ese tipo de quejas no son atractivas y no le benefician. ¿Por qué Luisito Comunica introduce en sus vídeos ese malestar que no le interesa a sus seguidores? El malestar no lo hace más humano, ni más cercano, al contrario, él mismo sabe que ese tipo de contenido hay que evitarlo.
Tampoco le beneficia mezclar en sus vídeos referencias a sus ingresos (o lo que otros dicen que él ingresa), o reuniones con clientes para patrocinar nuevos vídeos, o sus constantes aclaraciones sobre lo que no está patrocinado. Es cierto que procura no dar demasiada información en este sentido, pero sus vídeos flojean en esos momentos en los que rellena los minutos con historias sin demasiado interés que deberían de quedar ocultas. Todos damos por hecho que parte de sus vídeos son anuncios, pero si él cree que eso no se puede ocultar que coloque en los momentos patrocinados una marca. De esa manera le evitaría a sus seguidores aclaraciones que están sobrando.
Luisito Comunica también se ha equivocado en bastantes ocasiones con la temática de sus vídeos. Ha creído que un canal con millones de suscriptores tenía que hacerse “a lo grande” con viajes por todo el mundo o mostrando lo más espectacular. No supo comprender que sus seguidores eran personas con una vida más normal y por lo tanto interesados en cosas más comunes, o simples, como las comparativas entre comidas caras y baratas, o cigarros originales y piratas. No es que le perjudiquen los vídeos de sus viajes a Amsterdam, Venecia o Nueva York, sin embargo tampoco son los vídeos que más le acercan a sus seguidores.
A pesar de todo, Luisito es un magnífico comunicador, simpático, alegre, optimista. A Luisito se le siente cercano, y su poderosa personalidad consigue levantar un canal con vídeos muy irregulares en el que la temática empieza a ser un poco forzada, buscando siempre sorprender a toda costa, cuando el éxito del canal, que se ha relanzado notablemente desde hace poco más de un año con la captación de más visitantes, se debe a su naturalidad, simpatía y a que sus seguidores se pueden sentir identificados con él.
El riesgo de la búsqueda constante de lo extraordinario puede generar en los seguidores del canal cierto descreimiento, porque cada nuevo vídeo se ve obligado a convertirse en una experiencia épica, y tanta «epicidad» puede terminar por no ser creíble. Sus vídeos podrían tener una orientación menos exaltada, y sin necesidad de llegar al éxtasis, el resultado podría ser, en sus manos, estupendo.
A Luisito Comunica le va a tocar reinventarse abriendo nuevos caminos en vídeos experimentales. Lo hará, seguro, y además, lo hará bien.
En el caso de Antonio García Villarán los errores son menos evidentes. A su favor está que la temática y forma de desarrollar los vídeos, con la que se podrá estar, o no, de acuerdo no admiten demasiadas decisiones equivocadas. Él aborda el estudio, o aproximación, a artistas o corrientes artísticas, aporta sus opiniones, ofrece información que puede interesar a sus seguidores y, casi siempre, es la única persona que aparece ante la cámara.
No necesita profundizar en exceso en cada tema, pero eso no reduce la dificultad en su trabajo pues necesita encontrar constantemente lo que resulte atractivo y sorprendente.
Lo que encontramos como punto en común en estos tres youtubers es que la aparente superficialidad, que hay que reconocer que está menos presente en Antonio, no les gratifica con la reducción de horas de trabajo.
Que conste que la apuesta por el entretenimiento, y el tratamiento superficial de los temas, es una obligación para los tres. No es el síntoma de una carencia.
Comparad el vídeo de Julián Marías con los que hace Antonio García Villarán.
El vídeo de Julián sólo tiene 4.300 visualizaciones (una de ellas mía, de hace unos meses), ¿comprendéis cuál es el riesgo del contenido vertical y de la erudición?
Antonio lo tiene más fácil que Luisito Comunica y Trevor James que se ven obligados a crear contenido en situaciones en las que no tienen el completo control.
Sin embargo, Antonio corre el riesgo de centrar, en exceso, el contenido de los vídeos en su persona. No es de Miró, o de Dalí, de quienes habla, sino de él mismo, pues en sus vídeos es siempre él y su manera de entender a esos artistas y su obra, lo que de verdad importa. Esto que menciono no es inevitable y digo que es un riesgo porque, si bien la manera de ser de Antonio resulta atractiva y agradable, y sus opiniones son interesantes, y debido a esto ya tiene más de 100.000 suscriptores, también queda en evidencia que en los vídeos de una temática de menor interés, sus seguidores no responden bien y su sola presencia no tiene la fuerza suficiente para conseguir las suficientes visualizaciones.
Antonio, tal vez, debería de ser un actor secundario en ciertos momentos. No porque moleste su presencia, en absoluto, sino porque su manera de plantear los vídeos personaliza en él todo el contenido y en ese caso lo que funciona bien se agota con rapidez.
El listado de artistas más famosos puede ayudarle durante unos meses más, pero el objetivo que se debería de marcar Antonio es llegar a más de 1 millón de suscriptores en menos de dos años, y sobre todo que sus vídeos comiencen a ser vistos por esa misma cantidad de personas.
Tres magníficas inversiones para las empresas y las instituciones
Luisito, Trevor y Antonio nos demuestran que se puede superar a empresas, o instituciones, que tienen a su disposición muchos más medios económicos pero que son incapaces de atraer a una audiencia que sí se la están quedando estos tres youtubers.
Luisito es quien podría dar lecciones sobre cómo conseguir contratos con empresas. A él lo hemos podido ver promocionando una nueva cámara de fotos o lugares turísticos.
Trevor, que vive en un viaje permanente, empezó de la manera más modesta en China. Allí conoció a su actual pareja que desde hace unos años le ayuda en la grabación de los vídeos, algunos de los cuales puede que sean publirreportajes.
Antonio, con menos suscriptores que los otros dos, parece que todavía no se ha lanzado a firmar contratos, pero su canal, bien orientado, podría ser una buena fuente de ingresos. No olvidemos las ventas millonarias en el sector del arte.
Empresas dedicadas al ocio, restaurantes, museos… tienen en estos tres youtubers una inversión que puede reportarles considerables beneficios.
Lo único que eliminaría de los tres canales
Es tan solo un pequeño detalle pero no me resisto a volver a mencionarlo.
Hay que superar la actitud pedigüeña al llegar al final de cada vídeo. Ya sé que se ha convertido en una coletilla casi obligada de YouTube, pero hay que desechar esas formas tan rudas.
¿Os imagináis ir al cine y al final de cada película tener que soportar al director pidiendo que compremos la película en DVD o Bluray, o que aportemos nuestra valoración en alguna web dedicada a comentarios de películas? ¡Te quieres ir por ahí!
Todos sabemos que es importante solicitar que los usuarios se suscriban, pero eso se puede hacer de una manera muchísimo más elegante.
En los vídeos suele haber momentos en los que se ha superado alguna oposición, o se ha conseguido algo extraordinario, o alguna pequeña victoria anima el momento. Pues bien, en esos instantes, en los que los usuarios están predispuestos en favor del youtuber, se puede añadir una petición para pulsar en Me gusta o para suscribirse al canal. Se aprovecha el buen estado de ánimo, la sorpresa o se introduce de manera natural que se suscriban al canal.
Sin embargo, colocar esa letanía al final es algo horroroso y una manera de desvalorizar el vídeo.
En resumen, los secretos se reducen a algo muy simple
Los tres youtubers analizados han apostado por el entretenimiento. Se han adaptado al lenguaje propio de YouTube, más acelerado y condensado, al mismo tiempo que han creado unos personajes cercanos, honestos, simpáticos y con una expresividad que roza, o supera, la sobreactuación.
Han sabido crear vídeos con el suficiente dinamismo, que fluyen sin estar tropezando con cada esquina, y que se consumen sin ningún tipo de temor a contraindicaciones. En los tres canales hay nobleza. No se engaña a los seguidores, no se juega con ellos, sino que desde una posición de franqueza, Luisito, Trevor y Antonio, intentan ofrecer lo mejor que hay en ellos. Sin pedanterías ni engreimiento, a veces con humildad.
Estos canales podrán gustar más o menos, pues cada cual tiene sus preferencias, pero seguro que muchos coincidiremos al desearles a estos tres youtubers que sigan cosechando éxitos.
¿Cómo se puede aprovechar la experiencia de estos tres youtubers para crear un canal exitoso?
Lo veremos en un próximo artículo.
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