Todas las empresas quieren ser tocadas por la fortuna del posicionamiento de sus páginas en Google, porque saben que el buscador puede cambiar radicalmente su cuenta de resultados.
Aparecer en las primeras posiciones, para las expresiones comerciales de mayor interés, es una garantía de éxito como puede serlo tener una tienda en una gran avenida comercial. Lo que sucede es que, mientras que esas empresas sí que son conscientes de que las principales zonas comerciales de una ciudad solo podrán estar a su alcance tras un desembolso notable de dinero, parece como si lo referente al posicionamiento se pudiera hacer depender de trucos y triquiñuelas.
Multitud de empresas se mantienen firmes en esa actitud absurda debido a la cual pierden multitud de clientes en favor de otras que si están sabiendo aprovechar ese terreno que las aficionadas a los trucos y lo gratuito en Internet, dejan libre.
Veamos a continuación cuáles son las 5 cuestiones clave que tanto les cuesta entender a algunas empresas:
1. Se posicionan las páginas, no los dominios.
Cuando hacemos una consulta en Google, el buscador nos devuelve páginas correspondientes a diferentes dominios. Lo hace así porque su interés es la precisión en los resultados.
¿Qué sentido tendría hacer una consulta sobre cualquier tema que se mencione en la Wikipedia y que Google nos devolviese un enlace a su página principal? Ninguno, porque sería una manera de proceder con la cual dejaría de tener sentido utilizar el buscador.
Al mismo tiempo hay entender que son las páginas las que compiten entre si para posicionarse, y que si en un sitio web no existe ninguna página donde se mencione un determinado tema, sus posibilidades de posicionarse serán nulas, y si se menciona solo de pasada, sus posibilidades serán mínimas.
2. Sin trabajo no hay resultados
Hay empresas que todavía creen que al publicar un sitio web termina su trabajo en Internet, y que, lo que ellos son, venden u ofrecen, se transmite por algún tipo de fluido indetectable, del mundo real a Internet, con lo cual ya no hacen falta más explicaciones.
Pues bien, es fundamental entender que la captación de visitas, o de potenciales clientes, que se puede lograr con un sitio web de 10 páginas, jamás podrá llegar al nivel de otro sitio web de 1000 páginas, siempre que traten temas similares, y dejando al margen circunstancias excepcionales.
Que una empresa se desanime, mencionando que el éxito no llega, cuando solo ha publicado unas pocas páginas en su blog, es ridículo.
Al igual que el mineral no sale de las minas sin un duro trabajo, o que un cuadro no se pinta con solo tener la intención de hacerlo, el posicionamiento no se consigue sin todo el trabajo que hay que desarrollar para que sea posible.
3. Una posición no lo da todo.
Relacionado con el punto anterior habría que mencionar a esas empresas que logran ocupar algunas buenas posiciones para los términos que más les interesan.
En principio esto suena muy bien. Que un fisioterapeuta consiga que alguna de sus páginas se posicione, por ejemplo, para la expresión “fisioterapia en mi ciudad” es estupendo, pero la parte mala de este asunto llega cuando ese fisioterapeuta considera que su trabajo ya ha terminado pues “ya está posicionado”.
Esa persona se dará cuenta de que ni siquiera las mejores expresiones son garantía de captación constante de clientes a través de sus páginas, incluso puede que algunas de esas expresiones, supuestamente tan interesantes, no le aporten casi nada de tráfico.
El posicionamiento debe de formar parte de un proyecto a largo plazo, sin fecha de finalización, aunque la periodicidad de las tareas pueda ser menor en ciertos momentos. Tan solo con ese trabajo constante, el fisioterapeuta mencionado, podrá descubrir que sus potenciales clientes no siempre le buscarán utilizando las expresiones que él suponía más interesantes.
4. Los trucos para los magos.
Conocer lo mejor posible a Google y la manera que tiene de ordenar sus resultados ante las consultas de sus usuarios, forma una base de conocimiento que no tiene nada que ver con trucos, al igual que conocer las enfermedades del ser humano y actuar en consecuencia con posibles remedios, nada tiene que ver con magia o algún poder sobrenatural.
Quienes plantean el trabajo orientado al posicionamiento como si de la puesta en práctica de trucos se tratase, suelen tener como objetivo reducir al mínimo las horas de trabajo gracias a que con sus trucos van a poder conseguir demostrar que son más “listos” que esos otros que se pasan días, meses y años trabajando. En ocasiones, los listos, conducen a los sitios web a penalizaciones de Google.
Es bien cierto que optimizar correctamente las páginas tiene un valor enorme, y es una tarea irrenunciable para quienes desean tener buenos resultados con el posicionamiento. Sin embargo, los trucos para quienes ni siquiera dominan estas tareas se pueden convertir en una pérdida de tiempo enorme.
Estaríamos ante el caso de esa nueva enfermedad laboral relacionada con el posicionamiento: la neurosis posicionamental.
Los afectados se pasan la mayor parte de su tiempo escribiendo meta tags, contando densidades de palabras clave, analizando de las más diversas maneras sus páginas, modificando siempre las que ya existen, o revisando su contenido, todo con la intención de no avanzar en lo que de verdad les puede beneficiar.
5. Ni el posicionamiento es para siempre, ni puedes acceder a todas las posiciones.
En los últimos años Google ha cambiado notablemente en lo referente a la ordenación de resultados en su buscador
La que comenzó siendo una empresa que veía con recelo que un buscador pudiera ofrecer publicidad, pues eso le restaba credibilidad a sus resultados, ha convertido los anuncios en el sentido de su existencia.
En la actualidad, ni siquiera las primeras posiciones de los resultados naturales garantizan que se pueda llegar al 100% de usuarios de Google interesados en lo que están buscando. Muchos de esos usuarios se quedan por el camino, ya sea en la publicidad de AdWords, o en los enlaces de Google My Business.
Además, y esto sucede así desde siempre, por poco agradable que nos resulte, los competidores también existen, y algunos de ellos se toman muy en serio su trabajo, debido a lo cual Google les puede recompensar ganando posiciones.
En cuanto al tipo de páginas que encontramos en Google cuando realizamos una consulta de interés comercial, lo que nos deja claro el buscador es que de las 10 primeras páginas hay varias que se las reserva para webs ajenas por completo a empresas que ofrecen los servicios que se están buscando. Puede que se las obsequie a directorios, a páginas de anuncios, a la Wikipedia… y con esto conseguirá que aparecer entre los 10 primeros quede reservado a menos de 10 empresas.
En definitiva, si una empresa quiere entrar de manera seria en el negocio que se genera con el posicionamiento, no le quedará más remedio que trabajar de manera constante, generando contenido de calidad, bien optimizado, a ser posible consiguiendo enlaces de valor que apunten a sus páginas, y evitando siempre riesgos con trucos que pretenden ahorrar un trabajo que es necesario, y que alguien tendrá que hacer.
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