Los mayores errores, en cualquier terreno, se suelen cometer en las cuestiones más básicas, que no se han comprendido bien, o que se terminan olvidando.
Analytics ya sabemos todos que es una herramienta de analítica web que nos proporciona de manera ordenada una serie de datos que se van acumulando a lo largo de los días, meses y años.
Gracias a ella podemos conocer el tráfico de usuarios que se genera en torno a nuestro sitio web, o de dónde proceden esas personas que de una u otra manera han localizado alguna de nuestras páginas, o también podemos ir acumulando información, con alguna personalización añadida, para conocer el número de conversiones que se producen y a qué podemos asociarlas.
La anterior explicación, aunque es incompleta, puede ayudarnos a tener una idea de lo que Analytics tiene que ofrecernos, pero si nos quedamos en los datos, si caemos en el error de situarnos como espectadores que cada día ven un número diferente de visitas y que se alegran con los incrementos de usuarios, o que se lamentan por su descenso, demostraremos que no hemos entendido qué utilidad tiene ese programa.
Analytics es, sobre todo, un programa que te ayuda a cambiar de decisiones.
Sin embargo, si en tu empresa has tomado unas decisiones inamovibles, y todas las líneas fundamentales para su desarrollo ya están trazadas para los siguientes años, Analytics pierde casi todo su valor y se convierte en una especie de acta notarial de lo que inevitablemente sucede.
Lo interesante de Anlytics es que podemos ponerle remedio a lo que parece inevitable. Podemos cambiar de rumbo atendiendo a lo que mejores resultados esté demostrando, y por lo tanto, ese control que nos ofrece este programa demuestra su total sentido cuando desechamos las acciones que ofrecen peores resultados y nos quedamos con las que incrementarán nuestros beneficios.
Podemos cambiar de rumbo cuando:
– Una campaña de publicidad no esté aportando las conversiones deseadas.
– Una zona de nuestro sitio web tenga un rendimiento, en la captación de usuarios, por debajo de las demás.
– El interés despertado por nuestras páginas (medible con la tasa de rebote) demuestre que los usuarios de determinada procedencia son de “baja calidad”.
– No estemos consiguiendo que nuestros visitantes sean de la zona geográfica que nos interesa.
– … y por cualquier otra razón que demuestre que existe una diferencia notable entre lo que está sucediendo y lo que desearíamos.
- 50 rápidos consejos para ganar, y no perder, dinero en Google Ads (AdWords) - 21 septiembre, 2019
- Automatizando AdWords. Los scripts (1): Detector de anomalías - 26 julio, 2018
- El riesgo de contagio - 23 julio, 2018